29 abril 2013 23:37 Escrito por Edgar Brizuela
Visto bueno hoy cuestionado
ocurrió en momentos en que el centro de acopio industrial postulaba a
millonario negocio para recibir arsénico.
La Contraloría General de la
República desestimó una apelación que presentó el director del Servicio de
Evaluación Ambiental del Bío Bío, Bolívar Ruiz, respecto de un dictamen
anterior de la entidad que puso en tela de juicio una decisión adoptada por el
referido funcionario el año 2011, quien aprobó la llegada de residuos
arsenicales al relleno industrial de Chillán Viejo.
La Contraloría había dictado el
17 de agosto de 2012 una primera resolución, luego de analizar informes de
diputados como Enrique Accorsi y Alberto Robles, quienes pedían que se
investigaran eventuales irregularidades que habrían sido cometidas por órganos
con competencias en materias ambientales y sanitarias en relación al
funcionamiento del relleno industrial chillanvejano.
Entre las entidades que debían
ser investigadas aparecía la Corema encabezada por Ruiz, organismo que aprobó
el relleno industrial el año 2003 en manos en dicha época de Hera, hoy
propiedad de Biodiversa.
Al comenzar dicha investigación
Contraloría, luego de analizar los informes de las partes, concluyó que el
recinto industrial de Chillán Viejo sí podía recibir residuos arsenicales. “En
atención a lo expuesto y teniendo en consideración que la resolución exenta N°
245, de 2003, no prohíbe operar los residuos peligrosos en cuestión, que la
autoridad ambiental con competencia para calificar los proyectos ingresados al
sistema de impacto ambiental ha entendido invariablemente que aquellos son
susceptibles de ser aceptados en el recinto de que se trata y que de los
antecedentes tenidos a la vista (...) se aprecia que las condiciones y
exigencias fijadas en el precitado acto administrativo son compatibles con el
tratamiento y disposición final de esa clase de desechos, cabe concluir que los
residuos arsenicales provenientes de faenas mineras pueden ser admitidos en el
mencionado centro, en virtud de lo establecido en la aludida resolución de
calificación ambiental”, reza el informe.
La resolución, si bien constata
que el relleno de Chillán Viejo puede recibir materiales peligrosos, responsabiliza
a una persona de dicha decisión, Bolívar Ruiz, y establece irregularidades en
dicha autorización por parte del hoy director del Servicio de Evaluación
Ambiental (SEA).
La resolución de Ruiz fue
adoptada en momentos en que la empresa necesitaba expresamente y en forma
urgente una autorización en tal sentido, pues estaba postulando a una
multimillonaria licitación de Codelco para almacenar miles de toneladas de
residuos arsenicales provenientes de la Sexta Región. Fue justo en ese momento
cuando el concejal de Chillán Cristian Quiroz advirtió el problema, desatándose
luego la oposición ciudadana por todos conocida el año 2011.
Responsabilidad administrativa
Si bien el alcalde de Chillán
Viejo, Felipe Aylwin, explica que los residuos de Codelco no llegaron por
presión de la comunidad, la criticada resolución emitida por Ruiz quedó como un
muestra de la falla de los organismos de control y fiscalización y puede ser el
medio que permita avanzar en temas judiciales pendientes.
Contraloría sostiene en sus dos
dictámenes que Ruiz debió haber pedido la opinión de las entidades colegiadas
que tenían injerencia sobre el tema al autorizar la llegada de materiales
peligrosos como arsénico, y no solo tomar la decisión él en su calidad de jefe
de un organismo de control. “Corresponde que sean esos órganos colegiados los
que interpreten administrativamente las resoluciones de calificación ambiental.
En consecuencia, corresponde desestimar la solicitud de reconsideración
formulada por el director ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental”,
precisa el informe.
Contraloría agrega que “no
constando en los antecedentes tenidos a la vista que en la labor interpretativa
desarrollada del director haya tenido participación la Comisión de Evaluación,
cabe concluir que el citado oficio (emanado de Ruiz) no ha sido expedido con
plena sujeción a lo prescrito en el ordenamiento jurídico”.
Incluso antes de la apelación de
Bolívar Ruiz, Contraloría pedía expresamente que el Servicio de Evaluación
Ambiental adoptara a la brevedad “las medidas necesarias para subsanar la
irregularidad, incluida la instrucción del procedimiento disciplinario
destinado a hacer efectivas las eventuales responsabilidades administrativas
que deriven de los hechos”.
Reacciones
No habiendo sido posible obtener
una respuesta ayer de Bolívar Ruiz o de la Seremi del Medio Ambiente, desde
Chillán Viejo el alcalde asegura que el dictamen lo anexarán al recurso
interpuesto al año pasado y que busca que el Estado de Chile se haga
responsable por la crisis ambiental de la comuna.
El concejal Rodolfo Gazmuri, en tanto,
sostiene que la entidad edilicia debe profundizar las acciones legales que se
llevan a cabo para “retirar todos los residuos depositados ilegalmente y pedir
la destitución de todos los responsables en autorizar la llegada de residuos
peligrosos a la comuna, lo que ocurrió después de la autorización de Ruiz”.
El relleno industrial ha sido
criticado incluso por las autoridades ambientales, debido a que habría
sobrepasado la altura permitida. Actualmente se estima que existen más de 500
mil toneladas de residuos industriales y de ellos se desconoce la cantidad
exacta de desechos con trazas de arsénico.
La oposición en Chillán Viejo
sigue pese a que un reciente estudio del Inia a napas subterráneas y
superficiales de agua alrededor del relleno no encontró elementos peligrosos
para la salud humana.
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